• 2 perdices
• 2 ramitas de tomillo fresco
• 2 hojas de laurel
• 100 ml. de aceite de oliva
• 100 ml. de vino blanco
• 2 cebolletas
• 2 cabezas de ajos enteras
• 4 zanahorias medianas
• sal y pimienta negra
ELABORACIÓN
Limpiamos muy bien las perdices y chamuscarlas si es preciso, para eliminar los restos de plumaje. Salpimentarlas por dentro y por fuera y atarlas con un hilo blanco de cocina.
Pelar las zanahorias en rodajas, pelar las cebolletas y cortarlas en juliana, lavar las cabezas de ajo. Poner el aceite en una cacerola y agregar la mitad de la cebolleta y las zanahorias.
Colocar encima las perdices -con la pechuga hacia abajo- y cubrir con el resto de las cebolletas y zanahorias, las cabezas de ajo enteras, el laurel, la pimienta en grano, la sal y las ramitas de tomillo. Regar con el vino y con un vaso de agua.
Tapar la cacerola y cocer a fuego lento durante 2 horas aproximadamente o hasta que las perdices estén tiernas. Si fuera necesario, agregar un poco de agua durante la cocción.
Rectificar de sal si fuera necesario, desatar las perdices, partirlas por la mitad y servirlas calientes. Se pueden añadir unas patatas troceadas 25 minutos antes de terminar el estofado.